Alquiler o compra de naves desmontables: ¿qué es mejor?

Alquiler o compra de naves desmontables - que es mejor

Las naves industriales desmontables son una solución versátil, de calidad y muy propia del siglo XXI. Su principal diferencia frente a las edificaciones habituales es que no se encuentran cimentadas al terreno, por lo que se pueden trasladar de un sitio a otro en función de las necesidades.

Esta característica proporciona múltiples ventajas. En primer lugar, la posibilidad de dar respuesta a necesidades temporales en un emplazamiento concreto. Además, permite reutilizar y desplazar esos espacios a ubicaciones diferentes y se adaptan mejor a las necesidades concretas: su ampliación o reducción es más factible. En consecuencia, aportan flexibilidad, inmediatez, agilidad y mayor margen de maniobra, siempre sin renunciar a la calidad y la eficacia de las mejores instalaciones cuando se trabaja con proveedores de referencia.

Cómo decidir entre la compra o el alquiler de este tipo de naves

Cuando se precisa ampliar la empresa mediante pabellones o naves desmontables, la primera decisión a tomar es si se va a comprar la nave o a alquilar la nave. Ambas fórmulas son interesantes e incluyen significativas ventajas. Sin embargo, en función de las circunstancias, suele ser mejor decantarse por una u otra alternativa.

Pros y contras de alquilar la nave desmontable

Alquilar estas estructuras aporta la máxima flexibilidad: en cuanto las condiciones cambian, se puede suspender el servicio o actualizarlo según las nuevas necesidades. Además, una buena parte de las responsabilidades del mantenimiento y la seguridad se comparten o ceden al propietario, lo cual reduce los problemas.

En el ámbito económico, se evita la necesidad de un alto flujo de caja, porque el gasto se distribuye periódicamente en cuotas más asequibles. Además, la inversión necesaria de entrada se reduce considerablemente. Sin embargo, la contrapartida es que se trata de un gasto, no de una inversión: los activos de la empresa no se ven incrementados.

Si, además, es necesario invertir en obras o acondicionamientos adicionales, será imposible recuperar esos desembolsos.

Por lo tanto, conviene apostar por el alquiler, sobre todo cuando se tienen necesidades muy puntuales, temporales o urgentes, o bien cuando hay una cierta indefinición sobre lo que el futuro puede deparar. Asimismo, por otra parte, si la economía no permite asumir grandes pagos iniciales y sí los abonos parciales periódicos.

Ventajas e inconvenientes de comprar la nave desmontable

Ahora bien, ¿qué derivadas positivas se obtienen al comprar? Fundamentalmente, la decisión se traduce en una inversión que se puede recuperar con posterioridad. Así, el comprador puede revender la nave o, si lo prefiere, alquilarla parcial o totalmente cuando le convenga. De igual modo, es un bien propio que puede servir como garantía para refinanciar la compañía.

Comprar exige, en buena lógica, más liquidez y capacidad económica para afrontar los pagos. Además, los costes de mantenimiento, reparación y seguridad también habrá que soportarlos.

¿Cuál es la mejor elección? Depende de cada caso. Consultar con expertos, contemplar la posible evolución del negocio, las previsiones y la salud económica son aspectos decisivos al adoptar esta decisión. En definitiva, en materia de naves industriales desmontables acudir a especialistas y decidir con proyección de futuro resulta imprescindible. Síguenos en redes sociales y contáctanos ahora para más información.