Cuando es necesario contar con un puesto temporal en el que realizar algún tipo de tarea como almacenaje o construcción se puede recurrir a uno de los tipos de bases desmontables que hay en el mercado. Estos modelos son rápidos, económicos y pueden adaptarse a la perfección a las necesidades de cada empresa.
Para qué sirven las bases desmontables
Este tipo de bases métalo-textiles se fabrican con materiales de alta calidad y permiten crear un espacio temporal en el que desarrollar una actividad específica. Gracias a ellos se crea un espacio diáfano en el que la empresa puede desarrollar su actividad.
Estos modelos se adaptan a la perfección a diferentes sectores como el de la construcción, la distribución o la educación y el deporte. Se pueden crear espacios multifuncionales como base avanzada o sustitución de un espacio en reforma.
La principal ventaja que ofrecen las bases desmontables se centra en el bajo coste económico y la rapidez de instalación. Se trata de una solución que dota de flexibilidad a la empresa cuando se acentúan las necesidades de espacio.
Tres tipos de bases desmontables que es necesario conocer
Hay tres modelos básicos de bases desmontables que es necesario conocer. En función de sus características pueden ser la solución que necesita la empresa.
Marquesinas
Las marquesinas son la opción más sencilla. Sobre unos perfiles de aluminio se levanta una cubierta de PVC de gran resistencia. Este formato es capaz de crear un espacio protegido frente a los factores climáticos y estable. La cubierta antidesgarro garantiza la durabilidad. Eso sí, los laterales están abiertos por lo que existe cierta exposición.
Su uso más habitual es el de almacenamiento de materiales poco sensibles a las inclemencias climáticas como la madera. También se emplean para cubrir pistas deportivas o la celebración de eventos. Por último, las empresas logísticas las usan como zona de descarga o preparación de pedidos.
Pabellones cerrados
Un pabellón cerrado parte de una marquesina, pero incluye un cierre perimetral en chapa. Estos espacios cuentan con un sistema que evita la generación de condensación y protección antirrobo gracias a la posibilidad del cierre completo.
Sus usos más habituales son el de almacenaje y logística. También se emplean como áreas de ventas, para crear pistas deportivas y como espacio de producción y mantenimiento, todo ello de manera temporal.
Naves con aislamiento
Por último, encontramos las naves con aislamiento, a la estructura de pabellón cerrado se le añade un aislante de tipo panel de sandwich. Sus usos son similares al anterior, pero con un mayor grado de protección térmica.
En caso de necesitar cualquiera de estos tipos de módulos desmontables existen empresas especializadas como Lauralu. De fabricación francesa y con los mejores materiales, estos espacios se entregan llave en mano y adecuados al sector en el que son necesarios.
Si estás buscando aumentar el espacio de una forma rápida y eficiente no dudes en contactar con nosotros. Contamos con tres tipos de bases desmontables para que elijas la que mejor se adapta a ti y tu empresa, te estamos esperando.