Las catástrofes atmosféricas nunca dejan de sorprender, tal y como ha acontecido en Valencia hace ya más de una semana y que ha dejado centenares de fallecidos en la Comunidad Valenciana. El recuerdo a las víctimas y la ola de solidaridad que ha recorrido toda España están muy presentes. No obstante, es una buena oportunidad para ahondar en las características y beneficios de los mejores recursos y soluciones para encarar estas situaciones. Tal es el caso de las naves desmontables.
¿De qué sirven las naves desmontables en caso de catástrofe?
Las naves de tipo desmontable son una de las mejores soluciones que existen para paliar los efectos de una catástrofe. En poco tiempo (días o incluso horas) es posible construir una estructura sólida y funcional que provea de refugio o de un espacio conveniente para salvaguardar a la población en caso de emergencia.
Este tipo de estructuras se caracterizan también por su versatilidad debido a que atesoran numerosos usos en catástrofes:
- Refugios temporales. Se convierten en un lugar seguro para alojar a las personas que han tenido que ser desplazadas por lluvias, inundaciones o terremotos.
- Atender a las víctimas. La atención a las personas que padecen las consecuencias de una catástrofe es una tarea ineludible. En la práctica, las naves desmontables se construyen para operar como centros médicos y hospitales de campaña.
- Centro operativo. Las carpas desmontables también son muy útiles para ubicar centros de operaciones o mandos únicos, tal y como ha sucedido en Valencia a raíz de la Dana.
- Espacios humanitarios. Preservar la unidad de la comunidad es esencial a fin de superar cualquier tipo de contingencia, de ahí la importancia de este tipo de estructuras. Resultan idóneas como centros educativos temporales o para celebrar reuniones de interés.
Ventajas de la instalación de naves desmontables en catástrofes
La catástrofe de Valencia ha demostrado que se debe actuar con la máxima rapidez, sobre todo, en lo que a recursos e infraestructuras se refiere. Por ello, las naves temporales son el mejor recurso que se puede emplear por sus numerosas ventajas.
En primer lugar, su diseño favorece que el montaje sea ágil. No en vano, esta es su principal ventaja. No es necesario recurrir a ningún tipo de maquinaria para preparar el terreno. Esta clase de naves se amoldan a cualquier tipo de terreno. Esto es posible gracias a sus sencillos sistemas de anclaje que facilitan la sujección en terrenos irregulares.
El carácter desmontable de este tipo de instalaciones contribuye a su rápida movilidad y reutilización en diferentes municipios o barrios atendiendo a las necesidades del momento.
Por otro lado, es una opción mucho más económica que construir estructuras permanentes con los materiales tradicionales. Este beneficio redunda en un ahorro significativo para la administración, que puede ser destinado a ayuda humanitaria.
Y, por último, la característica principal del material con el que se fabrican las naves desmontables es el aislamiento. Esta ventaja hace posible que no se pierda calor en invierno y que, por contra, los calurosos meses del verano resulten más llevaderos.
En conclusión, las naves desmontables son una de las herramientas más efectivas e interesantes para paliar los efectos de una catástrofe debido a sus numerosas ventajas, expuestas en estas líneas. Los interesados en ampliar información o en recibir asesoramiento personalizado deben contactar con empresas expertas en la materia, como Lauralu.