El mantenimiento preventivo de naves desmontables es algo clave para asegurar de esta manera que estas estructuras sigan siendo seguras, estables y también eficientes durante años. Con un buen plan de revisión, es posible prolongar bastante la vida útil de almacenes y de naves modulares, evitando así unas reparaciones costosas o incluso paradas inesperadas. En este artículo de Lauralu te mostramos qué tareas incluir y cómo puedes organizarlas.
Inspecciones periódicas en naves modulares: estructura, anclajes y tensores
Antes de entrar en más detalle, debemos recordar que las revisiones periódicas son la base de todo el cuidado de cualquier nave modular. Inspeccionar su estructura principal, los anclajes y los tensores ayuda a detectar deformaciones o tensiones anómalas antes de que supongan un riesgo. Estas comprobaciones pueden hacerse de forma rápida si se siguen unos pasos bien establecidos.
Las revisiones mensuales permiten detectar pequeños cambios que, con el uso o las condiciones meteorológicas, pueden convertirse en problemas. Qué es lo que se debe revisar cada mes:
- Estructura metálica. Verificar que no existan abolladuras, que no esté la tornillería floja o que no haya signos de corrosión.
- Tensores. Comprobar que mantienen la tensión más adecuada, sin holguras y sin un desgaste que sea visible.
- Anclajes al suelo. Revisar que todos los puntos de anclaje no estén desplazados ni tampoco debilitados por la humedad o por vibraciones.
- Limpieza general. Mantener todo el entorno despejado facilita mucho detectar las anomalías de inmediato.
Las revisiones trimestrales permiten un análisis más profundo de la nave. Qué es lo que se debe revisar cada trimestre:
- Alineación de la estructura. Confirmar que no existan desplazamientos que sean provocados por el viento o por cargas puntuales.
- Integridad de uniones y de soldaduras. Buscar grietas o algunas señales de fatiga del propio metal.
- Revisión de tensores y de cables. Asegurarse de que no presenten oxidación o que no haya pérdida de tensión.
- Inventario de piezas. Comprobar que la empresa dispone de los elementos de repuesto básicos.
Mantenimiento preventivo de naves desmontables: cerramientos, cubiertas y paneles
Además de la estructura, es fundamental prestar atención a la envolvente de la nave. Cortavientos, cubiertas y cerramientos son los elementos que más sufren por el clima, por lo que una inspección adecuada evita filtraciones, roturas o pérdidas de aislamiento. Este cuidado es decisivo para poder alargar la vida útil de almacenes y reducir los costes a largo plazo.
Limpieza e impermeabilización
Una limpieza periódica de la cubierta y de los paneles evita la acumulación de polvo, de hojas o incluso de suciedad que pueda llegar a obstruir desagües o a agravar la corrosión:
- Cubiertas. Retirar residuos tras episodios de viento o lluvia, revisar canaletas y bajantes.
- Paneles de cerramiento. Eliminar toda la suciedad para evitar las manchas permanentes y facilitar de esta manera la detección de golpes o de grietas.
- Impermeabilización. Revisar las láminas, las juntas y los sellados, sobre todo tras tormentas o tras cambios bruscos de temperatura.
Reparación de daños menores
Para mantener la nave en perfecto estado, es esencial atender de inmediato cualquier desperfecto, incluso los más pequeños. Estas son las reparaciones menores que deben realizarse cuanto antes:
- Microfisuras en paneles. Sellarlas evita que el daño se extienda.
- Golpes en cubiertas. Revisar si afectan a la estanqueidad y sustituir piezas cuando sea necesario.
- Pérdida de tensión en cerramientos. Ajustar sistemas de fijación para evitar vibraciones y ruidos.
El mantenimiento preventivo de naves desmontables es una inversión que impacta directamente en la seguridad y en la vida útil de almacenes y naves modulares. Con revisiones periódicas, una limpieza adecuada y reparaciones rápidas, cualquier empresa puede prolongar el rendimiento de sus instalaciones y evitar incidencias que afecten a la actividad diaria.
