Las carpas de boda se han convertido en elementos muy apreciados en estos grandes eventos sociales. Aunque ya habían demostrado su utilidad en otros acontecimientos festivos y en el sector comercial, en la actualidad también se han consolidado como unas infraestructuras realmente útiles en los enlaces matrimoniales.
Las carpas son, por tanto, cada vez más comunes en las bodas al aire libre, ya que permiten disfrutar de los exteriores, pero con un resguardo para evitar eventuales vientos, precipitaciones o temperaturas desagradables. En este sentido, el alquiler de una carpa modular se revela como una de las alternativas más demandadas. A continuación, se desgranan sus principales características.
Las claves para la elección de carpas
Nada puede fallar en el día de la boda, una jornada considerada como la más importante en la vida de muchas parejas. Por eso, los siguientes factores son determinantes a la hora de escoger una carpa.
Funcionalidad
Las carpas modulares, formadas por estructuras de aluminio, se han afianzado como las más prácticas y funcionales. Entre sus ventajas, destaca la facilidad de su instalación, que viene dada por la ligereza y resistencia que aúna un material como el aluminio.
Versatilidad
Es posible que los organizadores de la boda barajen distintas ideas acerca de la distribución y del diseño de la carpa. Incluso, en función de la meteorología o la convocatoria, exista la opción de modificar su fisonomía. En estos contextos, la rapidez del montaje y desmontaje de las estructuras modulares supone un valor añadido. Hay que tener en cuenta que los módulos de estos edificios desmontables se adaptan a distintas finalidades, capacidades, etc.
Variedad de modelos y dimensiones
La forma y el tamaño de la carpa son dos factores interconectados entre sí y, a su vez, con los conceptos anteriormente presentados de funcionalidad y versatilidad. Por regla general, hay dos modelos que se imponen en las preferencias de quienes coordinan las bodas.
La carpa poligonal cuenta con una fachada de 15 metros, mientras que la carpa a dos aguas dispone de una fachada de 10 metros. Sin embargo, no hay por qué ceñirse a estas dimensiones, puesto que la estructuración modular ofrece la posibilidad de alargar la longitud de la carpa en sucesivos tramos de 5 metros
Decoración
Por último, en la línea de la personalización que permite este tipo de carpa, es preciso resaltar que la asepsia de sus estructuras facilita la combinación con el estilo decorativo de interiorismo que se prefiera. Los módulos son compatibles, entre otras, con decoraciones de estilo mediterráneo, rústico o industrial. El espacio se verá, por dentro y por fuera, tal y como desean los organizadores.
Es fundamental no errar a la hora de escoger las carpas para una boda que se lleva a cabo en un espacio exterior. En Lauralu creemos que las carpas modulares son la mejor alternativa para este tipo de eventos, pues se adaptan a la practicidad y los criterios estéticos de los organizadores. Si tienes alguna duda o necesitas más información, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.