Una de las principales características de un hangar es que se trata de una estructura cerrada que se utiliza para almacenar aeronaves, normalmente de grandes dimensiones. Este tipo de espacios se sitúan generalmente en los aeropuertos o aeródromos, y han de disponer de amplias zonas de aire para la entrada y salida de estos medios de transporte.
Radiografía de un hangar: De los materiales al mantenimiento
En función de la distancia que se deja para la entrada y salida de los aviones, existen hangares de diferentes tamaños:
- S: la entrada libre o zona de aire tiene menos de 30 metros.
- M: de 30 a los 60 metros.
- L: entre los 60 y 90 metros.
- XL: de 90 hasta los 120 metros.
- XXL: más de 120 metros.
Materiales de construcción empleados
Los materiales de construcción empleados habitualmente en estas estructuras son:
- Concreto reforzado en el piso y los cimientos.
- Bases de columnas y estructura de acero, que ha de ir atornillada o soldada.
- Paredes, techos y puertas de lámina galvanizada.
Generalmente, estos elementos se cubren con pintura anticorrosiva para contrarrestar los efectos de los vapores que se producen por el encendido de los motores. También se emplean otros materiales como la madera en la construcción e instalación de hangares.
Tipos de hangares en función de su estructura
Primeramente, hay que distinguir entre un hangar fijo y un hangar desmontable. Estos últimos son los más habituales porque ofrecen un gran rendimiento. Atendiendo a su estructura y diseño, hay de varios tipos:
- Hangar simple: tienen hasta 60 metros de anchura. Los de hasta 30 metros suelen tener una estructura porticada simple de acero con arcos atirantados o de varios tramos.
- Hangar a dos aguas: entre 30 y 100 metros de ancho, con una estructura empernada. Son sencillos y económicos.
- Hangar atirantado radial Archspan: anchura de hasta 200 metros.
- Hangar de tipo guante: anchura y puertas adaptadas a un tipo de avión.
- Hangar de cubierta inclinada: la inclinación es ideal cuando se trata de hangares anchos y muy cortos.
- Hangar en voladizo: son ampliables y tienen un largo de hasta un kilómetro. En la parte trasera disponen de una zona de oficinas o talleres que funciona de contrapeso.
- Hangar en V: con cubierta inclinada o en voladizo, tienen pistas de estacionamiento en ambos lados.
Mantenimiento de un hangar
El mantenimiento de estas estructuras puede ser de dos tipos:
- No programado: se ejecuta cuando se produce cualquier problema o avería.
- Programado: trabajos periódicos de prevención.
Ventajas de un hangar desmontable
Un hangar desmontable destaca porque puede transportarse e instalarse en cualquier terreno. Además, su impacto ambiental es bajo y su montaje y desmontaje es rápido. Son modelos muy versátiles y reutilizables que requieren de escaso mantenimiento y tienen un funcionamiento autónomo. Son muy resistentes a los agentes atmosféricos y garantizan una larga vida útil.
Para finalizar, entre las características de un hangar también hay que destacar que están equipados con todos los servicios básicos, como agua y electricidad, y preparados para que en ellos se lleve a cabo el mantenimiento o reparación de las aeronaves. Para más información, contacta con Lauralu o síguenos en redes sociales.